7 tipos de hábitos de estudio que todo estudiante técnico debe aplicar
¿Por qué los hábitos de estudio importan más en una carrera técnica? En las carreras técnicas, el aprendizaje es principalmente práctico, por lo que comprender bien la teoría es esencial para aplicarla correctamente. Además, al tratarse de programas más cortos, el tiempo para aprender y repasar es limitado, lo que hace que incorporar distintos tipos de hábitos de estudio sea aún más importante.
En esta publicación, queremos contarte cuáles son los principales tipos de hábitos de estudio que necesitas adoptar si estudiarás una carrera técnica. ¡Te ayudarán a enfocarte mejor y aprovechar al máximo tus años de aprendizaje!
1. Planificación inteligente del tiempo
Se trata de aprender a distribuir tus horas del día, la semana e incluso del mes, de forma estratégica para poder alcanzar todos tus objetivos académicos y personales. Crear un horario o utilizar alguna de las muchas plantillas y aplicaciones disponibles en línea puede ayudarte a visualizar mejor tus tiempos y compromisos.
A la hora de planificar, prioriza aquellas materias o temas que te resulten más difíciles o que tengan mayor peso en tus evaluaciones, pero sin descuidar el resto. Por ejemplo, si tienes dificultades con matemáticas, es recomendable asignarle más tiempo en tu agenda. Como parte de tu planificación inteligente, destina también un horario de sueño, ocio y otras actividades. Estudiar está bien, pero centrarte solo en esto puede afectar tu rendimiento.

2. Técnicas de estudio activas
Repasar es solo una de las muchas técnicas de estudio que puedes aplicar para lograr un buen desempeño en tus evaluaciones. Sin embargo, existen otras estrategias más eficientes y duraderas.
Por ejemplo, la creación de mapas conceptuales a partir de cada tema aprendido puede ayudarte a asimilar mejor la información. Si a esto le sumas explicaciones orales usando casos de uso o ejemplos, el proceso de aprendizaje puede volverse aún más provechoso. Estas prácticas no solo refuerzan lo aprendido, sino que también te preparan para aplicar los contenidos de manera más segura y efectiva.
3. Ambiente de estudio optimizado para la concentración
Un buen hábito de estudio también implica crear el entorno adecuado para estudiar. Muchos estudiantes prefieren ir a las salas de estudio de sus institutos o a bibliotecas para tener el clima adecuado que estimule su aprendizaje; pero este también puede ser creado en casa.
En cuanto a qué necesita un ambiente de estudio, lo ideal es que tenga una buena iluminación, natural o artificial. Que sea libre de distractores, como ruidos, por ejemplo. Asimismo, que esté habilitado con muebles ergonómicos y cómodos que permitan permanecer por largas horas concentrados. Finalmente, también debe ser un espacio ordenado.

4. Uso estratégico de herramientas digitales
Emplear herramientas digitales puede ser una gran adición a los buenos hábitos de estudio, aunque es importante saber elegir cuáles serán más eficientes para alcanzar tus objetivos. Lo ideal es que las herramientas que elijas estén al alcance de tu mano, ya sea a través de aplicaciones instaladas en tu celular o con acceso directo desde tu PC o laptop.
Además, es clave evaluar las mejores alternativas, lo cual puedes lograr probando distintas opciones. Algunas herramientas que pueden ser útiles para tus hábitos de estudio incluyen Notion, que te ayuda a organizar textos; Miro, si buscas crear mapas conceptuales; o Todoist, para organizar tu día a día, entre otras.
5. Aprendizaje práctico y por proyectos
Este enfoque permite aplicar la teoría en situaciones reales, lo que mejora la comprensión y las habilidades de resolución de problemas. Pero, ¿cómo volverlo un hábito de estudio? Podrías empezar por identificar proyectos pequeños y manejables que te permitan practicar lo que has aprendido en tus clases. Por ejemplo, si estudias diseño gráfico, podrías comenzar con la creación de una identidad visual básica para un producto ficticio, aplicando lo que has aprendido sobre colores, tipografía y composición.
Estos proyectos te permitirán integrar la teoría en un contexto práctico, mientras sigues aprendiendo y adaptando tus conocimientos. Lo importante es dedicarles tiempo de manera regular, asegurándote de que los proyectos estén alineados con lo que estudias en clase. Además, dividir los proyectos en etapas pequeñas te ayudará a evitar la sensación de sobrecarga, permitiéndote abordar cada parte con mayor enfoque.

6. Revisión constante y autoevaluación
Este hábito de estudio no solo se refiere a los temas que has aprendido, sino también a los hábitos de estudio que has implementado. En el primer caso, es fundamental que desarrolles el hábito de revisar el material de estudio que te proporcionan, repasar lo aprendido y autoevaluar tus conocimientos. Por ejemplo, podrías pedirle a un asistente virtual como Chat GPT que te haga preguntas sobre un tema que aparecerá en tu próximo examen para evaluar qué tan bien lo comprendes.
En cuanto al segundo punto, se trata de evaluar qué hábitos de estudio has implementado y si realmente están siendo eficaces. También puedes observar qué dificultades persisten en tu aprendizaje para identificar qué hábito de estudio alternativo o técnica podrías incorporar para mejorar. Por ejemplo, si notas que no retienes bien la información después de las primeras lecturas, podrías probar la técnica de la práctica espaciada, que consiste en repasar los temas en intervalos de tiempo más largos. Esto mejora la retención a largo plazo y reduce el olvido.
7. Descanso, alimentación y salud mental
Aunque el ritmo de aprendizaje en carreras técnicas es más acelerado, es clave que no descuides, como parte de tus hábitos de estudio, otros aspectos de tu vida y cuidado personal.
En el cronograma del que hablamos al inicio, es importante que planifiques horas de descanso, alimentación y recreación. En cuanto al descanso, lo que se recomienda es que destines al menos 8 horas diarias a dormir, priorizando una buena calidad de sueño. También involucra la asignación de pausas de entre 5 a 10 minutos, en tu horario destinado a estudiar, al implementarlas, notarás cómo tu concentración mejora.
Por otro lado, respecto a la alimentación, debes procurar alimentarte sanamente, y disponer de al menos 3 comidas al día en horarios fijos. Podrías impulsar tu rutina saludable incluyendo al menos una hora al día para hacer ejercicio o practicar algún deporte.
En cuanto a tu salud mental, mantener el orden de tu cronograma y equilibrar tu agenda pueden ayudarte; pero si necesitas apoyo adicional, siempre puedes contar con especialistas que te ayuden a lidiar con el estrés o la ansiedad que pueden surgir en esta etapa.
¿Cómo integrar estos hábitos en tu rutina técnica?
Integrar estos hábitos en tu rutina técnica requiere consistencia y organización. La clave está en aplicar cada uno de estos hábitos de manera progresiva, adaptándolos a tus necesidades y tiempos específicos.
Si bien todos los hábitos que hemos mencionado son buenos, algunos son básicos, mientras otros pueden ser elegidos o modificados según tu propio perfil.
Empieza creando un ambiente de estudio adecuado para ti, sigue estableciendo tus metas de estudio para poder crear el cronograma ideal, donde incluyas las pausas necesarias (diarias y semanales), así como tiempo para ti. No está de más agregar también tiempo de autoevaluación para conocer cómo avanzar y qué mejoras debes realizar.
Regístrate aquí para más información